ELECCION VARIETAL EN FRUTALES: “LA GRAN DECISIÓN”
Podemos tener las explotaciones más modernas pero el primer paso y muy importante para el éxito de nuestras plantaciones es la elección de la variedad o variedades a plantar.
A pesar que en las últimas campañas, se ha atenuado la depresión en la que se encontraba el sector de la fruta de hueso, no debemos olvidar que la situación sigue siendo complicada; aunque al menos han dado cierto respiro al fruticultor sobre todo a aquellos con una selección varietal diferenciadora. Y no hablamos solo de variedades de los programas de obtentores más exclusivos, si no de variedades que por fecha, calibre, especies, etc. hacen que tengan un valor de mercado más aceptable.
Podemos considerar que influyen otros factores como los eminentemente comerciales (veto Ruso, bajada de demanda, etc.) aunque también factores climáticos como heladas, pedriscos, etc. en otras zonas han ayudado o han podido ayudar a mejorar la situación.
Pero volviendo al inicio, la elección de una variedad para el fruticultor, debe ser fundamental para él y por lo tanto debe tener en cuenta una serie de factores antes de realizar la plantación e incluso antes de elegir la variedad o variedades a implantar en su explotación; puesto que de todas las cuestiones que se le plantean al agricultor cuando va a realizar una plantación, la elección de la variedad puede ser casi con toda seguridad la que determine en mayor medida el éxito o el fracaso de la nueva plantación.
El fruticultor tiene como objetivo cuando realiza una plantación, obtener el beneficio máximo durante los 12-15 años que como mínimo debe durar dicha plantación.
Por lo tanto la elección que realice va a implicar una decisión que va a repercutir a lo largo de la vida del cultivo. En caso de errar en la elección de la misma o del patrón (que también es muy importante), se pueden realizar remedios de emergencia (como por ejemplo el reinjertado) pero que no es una verdadera solución.
Teniendo esto en cuenta, lo que implica la elección varietal de un frutal (podemos incluir la elección del patrón), es lo suficientemente importante como para que el agricultor solo se vea motivado a la hora de dicha elección por lo que se suela hacer en su zona o por lo que le pueda ofrecer el viverista más cercano.
En cuanto a los factores a considerar en la elección de un árbol frutal, vienen determinados por las circunstancias propias de la explotación, pudiendo ser:
1.- Externas e independientes de la misma.
2.- Por las características propias de la variedad y el patrón que van a formar el árbol frutal.
3.- Climatología de la zona, siendo un elemento de base a la hora de elegir la variedad, el conocimiento del clima y el suelo de nuestra explotación.
4.- Socioeconómicos, como por ejemplo la posibilidad de obra y mecanización, las vías de comunicación, disponibilidad de medios de financiación, etc.
Estos factores, quien mejor los conoce es el fruticultor, con lo que la decisión prácticamente debe tomarla él; aunque puede buscar en los técnicos información sobre las posibilidades que le ofrece y problemas que le plantea la variedad o variedades que ha elegido.
Por último, cabe destacar los factores inherentes al material vegetal, viniendo determinado por el conocimiento de las diferentes variedades (y patrones) en relación con los factores siguientes:
VARIEDAD
1.- Características propias de la especie, siendo la primera decisión a tomar por el fruticultor, aunque en esta elección no suele haber problemas puesto que suele conocer las especies más adaptadas a la zona sobre todo si tiene tradición frutal dicha zona.
2.- Acción del clima, sobre todo la temperatura, siendo muy importante a la hora de determinar las horas frio o incidencias que pueda tener las heladas en floración.
3.- Características agronómicas, vigor y producción que determinarán el marco de plantación y de forma indirecta el sistema de poda.
4.- Época de maduración, siendo un factor de suma importancia sobre todo para las variedades tempranas.
5.- Características comerciales, teniendo actualmente una gran importancia en las variedades frutales (calibres, color, cualidades organolépticas, aptitud a la conservación y resistencia a la manipulación y el transporte).
PATRÓN
1.- Adaptación al medio, con el fin de ampliar la zona de cultivo de una especie a condiciones de medio desfavorables.
2.- Homogeneidad, teniendo en cuenta dos grupos: de semilla y clonales. Los de semilla tienen un inconveniente fundamental y es la heterogeneidad de los mismos. Los clonales se obtienen por multiplicación vegetativa a partir de una planta madre, por lo que el conjunto de una selección dada es idéntico a la madre.
3.- Compatibilidad patrón-injerto, ya que como sabemos el árbol frutal es la asociación de variedad y patrón, que por medio del injerto van a vivir juntos y dependientes uno del otro durante la vida de la plantación. Podemos decir que hay veces que muestran desavenencias y entonces es cuando decimos que existe incompatibilidad entre ambos.
Como conclusión, destacar que la elección de la variedad es de gran complejidad, comprometiendo además al agricultor a largo plazo y siendo muy difícil de solucionar errores en dicha elección.
Por lo tanto, son de gran interés las siguientes consideraciones:
1.- Consejo técnico, el agricultor debe recurrir a los consejos de los técnicos con competencias en este ámbito para intentar minimizar los riesgos de error comentados anteriormente.
2.- Experimentación regional, como se adapta una variedad a una zona solo se puede ver a través de una experimentación previa (campos de ensayo).
3.- Selección sanitaria, que se suma a la ya complicada elección varietal aunque en la actualidad hay medios técnicos para la selección (bajo los pasaportes fitosanitarios).
4.- Multiplicación controlada, se necesita de un servicio que asegure la autenticidad genética y buen estado sanitario del material.